OLPC Nicaragua/Ometepe

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En el corazón de Nicaragua, y en medio del lago del mismo nombre, el lago más grande de América Latina, millones de años atrás una erupción volcánica formó una curiosa isla compuesta por dos volcanes, uno de ellos activo aún. El nombre indígena, Ometepe, significa precisamente dos montañas. Con 245 kms2, constituye la isla de agua dulce más grande de las Américas. Declarada como una de las maravillas naturales del mundo por la ONU, ciertamente posee cierto aire paradisíaco, tropical, exuberante, mágico, como un set de película. Sus 50,000 habitantes, indígenas en un 90%, vivieron hasta hace menos de una generación en un oscurantismo medieval, una especie de parque jurásico, donde ningún habitante sabía leer o escribir. El día de ayer, en un espectacular y malabárico salto de la rana, Ometepe se convirtió de repente en la primera isla de las Américas totalmente digital, donde el 100% de sus 5,000 niños de escuela primaria y la totalidad de sus docentes, recibieron uno de nuestros laptops XO, conectado al Internet de alta velocidad y con las aplicaciones pedagógicas inherentes.

Llegamos a Ometepe acompañando una comitiva de empresarios no solo de Nicaragua sino de todo Centro América y de representantes de organismos multilaterales, ONGs, medios de comunicación internacionales y funcionarios del gobierno, interesados todos en ver por si mismos lo que la fundación Zamora Teran viene haciendo en Nicaragua.

Fundada por el banquero Roberto Zamora y por su esposa Maria Josefina Teran, han logrado en menos de 30 meses una transformación educacional y al mismo tiempo una buena aplicación del concepto de filantropía transformadora, sin precedentes. De su propio bolsillo y con aportaciones recientes de clientes, personas naturales y hasta de un país, Dinamarca, han logrado ya entregar 28,000 laptops en varias regiones de critica pobreza en este país, de por si uno de los más pobres de las américas. Como si fuera poco, anunciaron que aspiran a implementar 500,000 unidades, es decir el 100% de los niños de primaria de Nicaragua, incluyendo discapacitados mentales (autismo, síndrome de Dawn), discapacitados visuales o físicos (ver foto) antes del 2015! Al ver lo que han logrado en estos 30 meses, no me queda la menor duda de que lo lograrán

Para llegar a la isla hay que tomar primero un bus por más de dos horas hasta llegar a uno de los varios puertos en las riberas del lago. Luego, un Ferry que tiene varias frecuencias de viaje por día, se tarda otras dos horas para llegar al puerto de Ometepe. Desde la distancia, se vislumbran las siluetas de los dos volcanes como guardianes de un ecosistema de exuberancia tropical que necesita cariñosa vigilancia. Carreteras adoquinadas evocan épocas pasadas y al mismo tiempo entrevén aplicaciones prácticas de adaptación a los continuos movimientos telúricos. Los adoquines son más flexibles y se acomodan ejerciendo una labor de amortiguación cuando la madre tierra manifiesta su vitalidad y fortaleza con unos terremotos como el de 1972 que destruyó Managua. Tierra fértil por ser conformada por cenizas volcánicas, la agricultura y el turismo constituyen las principales fuentes de ingresos de sus habitantes. El clima es un poco más benigno que el de Managua, conocida por su calor asfixiante, pues las laderas de los dos volcanes producen corrientes de aire que refrescan un poco el ambiente.

La paradoja consiste en que los niños de esta población estarían marcados a seguir la suerte de sus ancestros, agricultores artesanales de pequeños minifundios con costumbres milenarias pre-colombinas pero que precisamente dichas culturas estarían en vías de extinción por pura inercia. El traer estas culturas a la modernidad, lejos de acabar con ellas, ofrece una oportunidad de poderlas difundir y compartir, como ya estamos haciendo con casos similares en Mexico y Perú.

Convencidos de que la única solución a ese circulo vicioso destructivo es la educación, el matrimonio Zamora Teran decidió embarcarse en esta misión de rescate de las juventudes Nicaraguenses para lo cual adoptaron el proyecto One Laptop Per Child como vehículo de cambio educacional y de inclusión social y económica.

Meses de preparación previa con los docentes, padres de familia y algunos estudiantes claves, garantizan que inmediatamente recibidos estos laptops podrán comenzar a producir el cambio de paradigma educativo y social buscados.

Varios conceptos básicos hacen esto posible. El primero, el de saturación total; cuando todos los niños de una comunidad tienen el mismo instrumento a su alcance, sinergias y apalancamientos ocurren de tal manera que, verdaderamente, el total es mayor que la suma de las partes. Segundo, que el empoderamiento de los niños logra que ellos se conviertan en los agentes de cambio. Una nueva dimensión de características del cerebro se manifiestan; hasta el momento, la humanidad había centrado su atención en estudiar cómo el cerebro humano aprende. Con tantísimos niños empoderados, se abre ahora un nuevo terreno de exploración: la del cerebro que enseña. Hemos encontrado que los niños son más o menos egoístas con sus juguetes pero tremendamente generosos con el conocimiento. Tercero, que la manera como están organizados los módulos de aprendizaje maximiza la oportunidad de que los niños “aprendan-a- aprender”. Cuarto, que al estar conectados todos al internet, estos niños de Ometepe tienen las mismas oportunidades de acceder al conocimiento, en calidad y en cantidad, que los niños más privilegiados de un Nueva York, un Tokio o un Berlin. Finalmente, el que operen en un ambiente de software abierto, libre, gratis, donde ellos pueden acceder al código madre, proporciona la oportunidad de crear programadores, exploradores, inventores, innovadores, características definitivas de competitividad dentro de la compleja situación de producción de riqueza del Siglo XXI. En este siglo la creación de riqueza que tradicionalmente tuvieron como puntal las materias primas, darán paso a producir riqueza a base de Propiedad Intelectual. El que un niño o niña, en la remota Isla de Ometepe pueda aspirar a competir en un mundo globalizado, dominando por la tecnología, pero dentro

del ambiente idílico de una isla privilegiada, constituye una realidad mágica que hasta el momento solo podía imaginarse en novelas de ciencia ficción.

La ceremonia en si fue tremendamente emotiva. Los niños estaban reunidos desde muy temprano en este campo de beisbol porque había que repartir uno por uno los 5,000 laptops, y cada uno necesitaba estar registrado con su código de barras en la base de datos, los padres o acudientes tenían que firmar individualmente el haber recibido el laptop, y cada niño tenia que recibir una credencial pegada en su pecho con su nombre en letras grandes, organizado por escuelas, grado, etc.


Teniendo en cuenta que hay 32 escuelas en la isla, el problema de cómo mantenerlos juntos y organizados, sin que el calor del sol causara estragos, la fundación repartió constantemente agua y algunos dulces y sándwiches.

De todas maneras, el tema de logística y repartos de los laptops se tragó sus buenas tres horas antes de que todos tuvieran su XO y pudieran tomarse la foto aquí reproducida. Vino luego la ceremonia oficial, con toda la parafernalia propia de estos eventos, todos nosotros rezando para que los oradores de turno no se extendieran demasiado porque ya los niños y niñas mostraban signos de cansancio luego de 3 horas de estar a pleno sol. Obviamente no fue del todo así, porque el discurso político era obligatorio, el párroco de la localidad que rezó y encomendó a Dios el buen destino de estas ayudas tecnológicas antecedió a una emotiva y apasionada presentación del proyecto por parte de Maria Josefina, con la vitalidad y energía que la caracterizan. El que esta pareja vaya ya en la quinta compra de laptops es el mejor testimonio de éxito de este proyecto, puesto que es su dinero propio el que está en juego, ese dinero que “duele”. Si no hubiera sido exitoso, habrían suspendido el proyecto o habrían cambiado de equipos o de sistema pedagógico, en el tercero o cuarto pedido. Esta es la mejor demostración practica de que el proyecto, bien implementado, es un éxito. Finalmente, y en un tono muy entrañable, un par de hermosas presentaciones, la primera por parte de los niños que entraron con la bandera de Nicaragua y le rindieron honores cargados de orgullo patrio, y la segunda por parte de las niñas que representaron una leyenda local relacionada con un milagro del Santo patrono de Ometepe, completaron un precioso espectáculo que, conjuntamente con la expresión de los ojos y las caras de los niños y niñas al recibir y ensayar sus laptops, hicieron de esta entrega la más emotiva y significativa de cuántas hemos realizado hasta el momento. Ciertamente, Ometepe y los Zamora Teran marcaron un hito en la historia contemporánea de Nicaragua y de la región. Es la primera Isla Digital de las Américas.

Enhorabuena por Ometepe!